Continuamente me he dado cuenta que tanto para mí como para otrxs nos cuesta trabajo contextualizar las Sotas o los pajes.
Y sí, es energía joven y enérgica pero ¿hacia qué o hacia dónde?
No es un movimiento enfocado como el de los caballeros ni una estabilidad o madurez reflejada en reinas y reyes.
Va un poco más cerca de nuestro día a día.
Siempre que imagino un paje pienso en alguien asomándose por una cornisa o por una ventana, porque realmente es eso. La curiosidad, el interés, la valentía gestándose.
Quizás tengan mucho de la energía del Loco también, la inocencia y la energía desbocada encontrando un camino.
Cuando pienso o me toca que se repite constantemente la Sota de Copas en una lectura o fuera de una pienso en un montón de textos sobre arte, dibujos, bocetos y colores. Como si una acuarela estuviera dando el mensaje.
Esta sota es una energía ampliamente amorosa o ampliamente ansiosa de cariño, cuando queremos escribirle todo el día a alguien o queremos mostrarle todas las cosas que nos gustan o amamos.
Es el deseo de amar y ser vulnerable, un deseo que todavía es una ola y no un movimiento estable o constante.
Esta vez quise conectar esta Sota con una gatita que me encontré en un taller y la puso en mis piernas mi novio, creo que conectó adecuadamente estos puntos específicos la situación.
Esta sección, Aterrizando el Tarot, tiene como objetivo traer a la practicidad significados de cartas para ayudar a su estudio y las interpretaciones.
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